Tradicionalmente los barberos-peluqueros tuvieron como emblema una bacinilla blanca y los barberos-cirujanos otra de color amarilla. Más recientemente otros símbolos sustituyeron a los anteriores.

Un precioso libro editado en 1771 (Arte del barbero, peluquero-bañero) nos describe con detalle los instrumentos "para hacer la barba" y que básicamente eran: una bacía de estaño o porcelana, en la que hay un jaboncillo, un escalfador o jarro de cobre para calentar el agua, una botella o frasco de cobre para llevar el agua caliente en la faltriquera cuando se va a afeitar fuera de la tienda, un cuero preparado, esto es, una correa de cuero de becerro encolada sobre una regla de madera con su mango y empapado con algunos polvos impalpables, una piedra de afilar, un pedazo de jabón blanco y una navaja cenada y otra abierta.

Hacer lo cabellos que, "según las reglas del Arte, es la ciencia que da al pelo propio una forma regular para que acompañe a la cara", requiere menos instrumentos,siendo fundamentales varias clases de tijeras y peines. Tanto para el corte de pelo como para el afeitado, es asimismo necesaria la silla adaptable para ambos trabajos.

Julián Munduate (83 años) de Ataun y que en los años treinta se inició como barbero-peluquero, recuerda la evolución de los instrumentos utilizados en el oficio, lo que hizo cada vez más llevadero su trabajo.

Julián Munduate, suavizando la navaja, junto a los instrumentos tradicionales utilizados por los barberos/peluqueros. (Foto Amaia Ros).