Los barrenderos

Sin embargo, en todos los restantes municipios, los barrenderos siguieron siendo fundamentales para la limpieza pública a pesar de que las ordenanzas municipales fueron cada vez más estrictas, estableciendo entre otras muchas prohibiciones el que "ninguna casa pueda tener excusados fuera de la línea de sus paredes", así como "la cría en los domicilios de toda clase de animales que por cualquier causa fueran perjudiciales para la salud pública".

La primera tarea del barrendero consistía en la preparación de las escobas, para lo que cortaba brezos "izatza", muy abundantes en nuestros montes, de algo más de un metro de largura. Al propio tiempo también acopiaban ramas de madera o cañas con que construir los mangos. El habilidoso uso del hacha y de una cuerda para unir los distintos elementos, les permitía disponer de la más importante herramienta para su trabajo. A pesar de la aparente sencillez de la operación, los barrenderos experimentados son de la opinión de que el resultado de su actividad, en cantidad y calidad, depende de lá escoba, aunque también reconocen que de la habilidad "y las ganas" con que se maneje.

Los otros elementos necesarios eran el carro "eskuko karrua" y la pala, que en el pasado también construían los artesanos de cada pueblo. Con estas herramientas, a las que en ocasiones se añadía una escoba pequeña "etxeko eskobia" el barrendero recorría todas las calles, al menos las principales, y con rítmicos escobazos amontonaba en las esquinas todos los deshechos que encontraba que más tarde depositaba en el carro donde los transportaba a la escombrera habitual.

Hasta casi los años sesenta la figura del barrendero era muy popular pues abundaban en esta profesión los personajes singulares. Vestidos con una blusa larga y pantalón azul, aunque muchas veces de indefinido color, eran fuente de noticias, siendo casi siempre difíciles las relaciones con los jóvenes.

Los días de más trabajo eran cuando se celebraban ferias de ganado, pues tenían que recoger los numerosos restos que dejaban los animales expuestos siendo su mayor enemigo, el viento que dificultaba su trabajo.