Mecanización de la limpieza pública

Una modelo muy extendido de barredora de calles de finales del siglo XIX, consistía básicamente en una correa sin fin provista de cepillos, movida por un sistema de engranajes conectados con las ruedas del carro.

El movimiento de esta correa y por lo tanto de los cepillos, originaba el barrido de la calle, recogiendo e introduciendo la suciedad, a través de un canal, en el depósito preparado para tal finalidad. Además, el conductor, podía variar la inclinación de los cepillos actuando sobre un tornillo sin fin conectado a un ingenioso sistema de engranajes que actuaba sobre la inclinación de las cintas que portaban los cepillos, en función de las características del suelo que se tenía que barrer.

A su vez la regadora de calles que también servía para humedecerlas y evitar polvaredas al barrer, constaba de un depósito lleno de agua provisto de una plancha perforadora en su parte posterior trasera. Por esta plancha salía el agua cuando se abría una válvula por medio de una cadena accionada por una palanca situada en el pescante. Algunos carros poseían dos válvulas que permitían abrir una o las dos partes de la plancha perforada según las necesidades.

BarrenderaDurante las últimas décadas la mujer se ha incorporado a los trabajos de limpieza pública que siguen teniendo en muchos casos contenidos artesanales.