La compleja historia del órgano

Este instrumento de viento compuesto de muchos tubos o cañones (donde se produce el sonido), o de unos fuelles que impulsan en aire y de un teclado y varios registros ordenados para modificar el timbre de las voces, está generalmente considerado como uno de los más complejos e importantes entre los musicales.

Aunque incluso en la época moderna ha tenido diversos usos desde amenizar la proyección de películas, durante el tiempo en el cual el cine era mudo, así como diferentes celebraciones, es el instrumento de la liturgia por excelencia en el occidente cristiano, a pesar de sus orígenes paganos. La Const. sobre liturgia n° 120 del Concilio Vaticano II establece: "Téngase en gran estima, en la Iglesia latina, el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales". También se emplea como solista o en obras orquestadas en conciertos.

Organo de Vera de BidasoaOrgano de Vera de Bidasoa.

La aplicación a los órganos de los progresos científicos ha logrado una evolución espectacular desde el más antiguo que se conoce y se atribuye a Ctesibio de Alejandría (hidráulico con algunos tubos que funcionaban con bastas teclas) en el siglo II a. de Cristo hasta los actuales que aplican las más novedosas tecnologías, pasando por el organillo y los armonios.

En Occidente el órgano aparece en la época carolingia, evoluciona con lentitud, y del siglo IX al XII su extensión pasa de una a dos octavas y se duplica su única hilera de tubos. Los tres siglos siguientes se multiplican los tubos, se extiende el teclado y se hace cromático, y los fuelles adquieren mayor potencia. A finales del siglo XIV se precisa un positivo para acompañar a los cantantes, y en el siguiente, se perfeccionan los secretos y es posible aislar y mezclar los juegos por los registros. Se establece entonces el gran órgano, que experimenta distintas evoluciones según los países y las escuelas de construcción.

En el siglo XVI llega el órgano renacentista mientras triunfa la polifonía vocal quedando relegados los instrumentos, entre ellos el órgano, que sin embargo sigue evolucionando, lo que hace que a mediados del dieciocho aparece el órgano barroco, sustancialmente diferente a los precedentes, para antes de que pasaran cien años, al tratar de imitar la sonoridad de la orquesta, se construyera el órgano sinfónico o romántico. Pero las innovaciones no se detienen y aparece el neoclásico antes de los más modernos actuales que recogen no solo las últimas tendencias, sino que aplican las tecnologías más avanzadas.

A pesar de todos los avances técnicos, cada órgano sigue teniendo unas características propias, sin que haya dos iguales. Un buen mantenimiento y el afinado frecuente les asegura una larga vida.