Elaboradores de lejía

En nuestro país como en otros muchos lugares la limpieza de las prendas que vestimos y de las ropas que utilizamos en la vida diaria se ha llevado a cabo durante muchos años en los ríos y más tarde en los lavaderos públicos.

Tras lavarlas con jabón, se blanqueaban por un procedimiento tradicional “lisiba”, o agua de cenizas que se mantuvo en uso hasta la generalización de la lejía obtenida a partir de productos químicos industriales, que se extendió a raíz del descubrimiento del cloro en 1774.

En todos los casos el blanqueo se acentuaba por exposición de las prendas al sol extendidas sobre el suelo.

La lejía, que es un producto líquido alcalino, se ha utilizado además como desinfectante, principalmente en el lavado de ropa de cama y utensilios usados por enfermos.

A principios de los años cuarenta en Gipuzkoa había del orden de medio centenar de “fábricas de lejía”, ubicadas en todas las localidades más importantes, que seguían utilizando procedimientos artesanales. Se trataba de un trabajo sencillo, aunque con ciertos riesgos que exigía la compra de determinados productos químicos, su mezcla con agua en las proporciones adecuadas y normalmente su distribución a tiendas o consumidores finales.

Arropa garbitzaileakArropa garbitzaileak, ibai ertzean. Eskuinean, arropa belar gainean zabalduta (Kutxa fototeka).