Escasa compensación

Los leñadores no tenían un salario establecido ni pactaban la cantidad a percibir, aceptando el empleo sin conocer lo que iban a cobrar por el trabajo que se comprometían a realizar. Sólo al final en diciembre, llegaban a saberlo al cobrar de una vez lo que les abonaban por toda la temporada.

Hacia 1949/50 cada leñador percibía, según el juicio que merecía al destajista, su empleador, entre 800 y 1.200 pesetas al mes. Si en la época de trabajo necesitaba dinero (para comprar algún alimento, bebida, etc.), se lo adelantaban a cuenta de la liquidación que le correspondería al final.

Con la Seguridad Social (Régimen Agrario) han surgido problemas importantes, derivados de la falta de cotizaciones, que se han evidenciado a la hora de percibir pensiones, sobre todo de jubilación y enfermedades profesionales como consecuencia de reumas, artritis, etc. Sin embargo, durante el trabajo como leñadores se daba la sospechosa circunstancia de que todos los accidentados estaban asegurados. (Existe el convencimiento de que se aseguraba una parte de los trabajadores sin especificar los nombres, lo que permitía la práctica anteriormente descrita).

A pesar de todo ello, los que por diversas razones (imposibilidad de resistir las condiciones laborales o discrepancias con capataces, entre otras) abandonaban el bosque, eran socialmente mal considerados, atribuyéndoles poca disposición al trabajo.

A partir de mediados de los años cincuenta la demanda de estos especialistas para trabajar en el Irati disminuyó, pasando una buena parte de ellos al sudoeste francés, donde sustituyeron a los italianos, mejorando sustancialmente las condiciones de trabajo (se trabajaban menos horas, y se suspendían las tareas en caso de muy mal tiempo), así como la alimentación. Los portugueses y los "pied noir" acabaron apartando a los navarros.

El aumento de la oferta de empleo de la zona (Sarrio, Laminaciones de Lesaca, etc.), contribuyó también a que el número de leñadores se redujera fuertemente. Todavía algunas cuadrillas siguen el oficio desplazándose a Francia.