El mastil y el montaje

La construcción del mastil se inicia dibujando la figura sobre la madera elegida con la ayuda de una plantilla para posteriormente cortar a la medida deseada, utilizando una pequeña sierra. La siguiente operación es el tallado de la caracola (parte superior del mastil), manejando hasta 7 gubias, para pasar a construir el clavijero utilizando el formón. Tras hacer el batidor con madera de ébano, utilizando cepillo se procede a su encolado al mango o mastil. Este conjunto se une a la caja armónica mediante un encastre al taco superior, que anteriormente se ha dejado dentro de la caja.

El montaje requiere la colocación de las clavijas, cordal y botón inferior que son "fijos" mientras el puente, de arce, y el alma de abeto, que se ajusta entre la tapa y el fondo, son muy importantes en el ajuste final de sonido, pues pueden modificarse para lograr el equilibrio tímbrico deseado.

Finalmente y tras la colocación de las cuerdas de tripas de caballo, nailon recubierto de aluminio wolfranio y hasta plata, se pasa a la prueba del sonido del instrumento "en blanco" a fin de saber "si sale compensado o no" y definir la composición del barniz más adecuado para lograr el sonido final deseado.

Tras el pulido, la limpieza y el barnizado, el violín queda terminado siendo el músico quien elige el arco adecuado a sus necesidades.

Encolado de la caja armónicaAsi vio Julen Zabaleta el encolado de la caja armónica, el redondeo de los bordes, el tallado de las "efes", la colocación de las cuerdas y la construcción del clavijero.