Pescadores de percebe

El percebe es un crustáceo, aunque parecido a los moluscos, que se desarrolla sobre las rocas, batidas por las olas o por el flujo de las mareas, formando colonias y alimentándose por filtración de los nutrientes que contienen las aguas, ya que, debido a su carencia de extremidades, permanece inmóvil adherido a las peñas toda su vida adulta. Su cuerpo está formado por dos partes diferenciadas, la superior, llamada cabeza o capítulo, que contiene todos sus órganos vitales, y la inferior, conocida como pedúnculo o pié con la que se adhiere al litoral rocoso o a los acantilados y que contiene en su interior la parte comestible, un cilindro rosado.

La condición de desarrollarse en forma parasitaria en sitios donde el mar accede con toda su bravura, hace que la profesión de los pescadores de percebes sea una actividad de mucho riesgo y en la que cientos de personas han perdido la vida.

Este extraño crustáceo, que a lo largo de la historia ha estado rodeado de numerosas leyendas, podemos suponer que ya fue utilizado como álimento desde la antigüedad, aunque ya la Biblia prohibió su consumo a los hebreos durante largos periodos de tiempo. Según el escritor Enrique de Villena (1384-1434) en el siglo XIV en Bizkaia y Gipuzkoa ya formaban parte del sustento de los vascos de la costa. Actualmente al percebe se le atribuyen importantes valores gastronómicos, alcanzando elevados precios en nuestros mercados. Su pesca se lleva a cabo en las costas atlánticas desde Irlanda al Senegal.

Los métodos de pesca del percebe han cambiado en las últimas décadas. Tradicionalmente se ha pescado accediendo a los lugares elegidos por varios sistemas, para desplazarse a pie sobre las rocas hasta la zona o lugar concreto. Como quiera que en una mano es necesario llevar las herramientas específicas del “percebero”, como en ocasiones se les denomina, únicamente con la desocupada puede apoyarse en las rocas con el consiguiente peligro de resbalones y caídas, ya que en ocasiones es obligado saltar de una peña a otra. En la vestimenta es generalizado el uso del traje de neopreno y en otros territorios, sobre todo en Galicia, se está haciendo habitual el acceso a las zonas de pesca en embarcaciones a motor de relativa gran potencia para salir del lugar con rapidez en caso necesario.

Cada vez es más exigente la reglamentación de la pesca del percebe en nuestro país, así como la vigilancia por la Ertzaina.

PerceberosLos riesgos de la pesca de percebes son bien conocidos.