La reproducion

Los percebes son hermafroditas, es decir, que cada uno está dotado de órganos genitales, tanto masculinos como femeninos, lo que no impide que se requieran dos individuos para la reproducción de la especie, es decir, no puede darse la autofecundación. Al no poderse desplazar por hallarse adherido a una roca, la fecundación se lleva a cabo por cruzamiento entre individuos próximos, de una misma colonia. Además tienen la condición de que inicialmente cada individuo funciona como macho y luego como hembra.

En los periodos de acoplamiento y con la mar en calma, los percebes entreabren las placas protectoras del pene, pudiendo llevarse a cabo la fecundación gracias a la longitud de este, que se introduce en el percebe más próximo “en fase hembra”, depositando los espermatozoides que fecundan numerosos óvulos. Entre los “perceberos” se afirma que el aparato reproductor llega a triplicar la longitud del percebe.

Como consecuencia del desove, las larvas fruto del acoplamiento, quedan libres en el mar, continuando su desarrollo hasta quedar fijadas a las rocas donde las han depositado las mareas.

El percebe. (Fotografía: C. U.).