Proceso actual de fabricación de papel a mano

Actualmente algunos artesanos siguen fabricando papeles especiales a mano siguiendo el proceso tradicional, entre los que tenemos que destacar a Javier Biñaras y Juan Barbes (Eskulan) en Zizurkil y José Ramón Alejandre e Hilda Alamo (Paperki) en Hondarribia. En este caso además la investigación y la obra artística, sobre papel, ocupan un lugar importante. Estos papeles se destinan a artes gráficas (ediciones especiales), litografía, serigrafía y gravado calcográfico.

Los actuales fabricantes utilizan como materia prima celulosa cocida y blanqueada, algodón y lino en láminas, que compran en el mercado. Combinando estas materias primas en distintos porcentajes obtienen distintos tipos y calidades de papel.

La operación de deshilachar y reducir las fibras (refinado de floreo) se realiza en frío, en una “pila a la holandesa” de unos 500 litros de capacidad, construida en poliester y con un cilindro de cuchillas movido por un motor eléctrico. En la misma vierten agua y unos 50 kilos de celulosa de algodón. A la pila añaden cola y el colorante deseado, así como productos bactericidas, que alargan la vida del papel y carbonato cálcico que lo preserva de la lluvia acida.

Tras el refinado las fibras de algodón, que al inicio tienen una longitud de 6/7 milímetros, quedaban a 3 ó 4 y con sus extremos deshilachados, lo que permite su posterior entrecruzamiento y unión para formar la lámina. Tras el refinado vierten la pulpa de algodón o pasta así obtenida en otra tina, añadiéndole agua hasta dejarla muy diluida al 0,5% y 1%, y la agitan continuamente.

Los actuales fabricantes de papel a mano obtienen los diferentes espesores de la hoja (granaje) diluyendo en diferentes porcentajes la pulpa en esta tina, proporciones que conocen por experiencia.

Seguidamente con el marco o formador obtienen la lámina de papel siguiendo los mismos movimientos y forma de trabajo que se han utilizado tradicionalmente.

El proceso continúa trasladando el montón de hojas de papel y láminas de fieltro intercaladas a una prensa hidráulica, en la que lo comprimen lentamente eliminando, (entre el 40 y el 50%) del agua que contienen, operación que debe realizarse muy lentamente, para evitar la rotura de las fibras vegetales.

Seguidamente las hojas de papel son colgadas de cuerdas en el alto del taller en donde proceso de secado lento, que dura del orden de 48 horas, le permite perder la humedad restante.

La fabricación tradicional del papel se realizaba en un ambiente húmedo debido a la utilización del agua, lo que suponía un inconveniente adicional para los trabajadores.