El proceso productivo

Aunque en RestaurArte se realizan trabajos de Restauración de Muebles de gran valor por encargo de Museos u otras Instituciones, es más frecuente la recuperación de bienes de particulares que se prevé volver a usar cotidianamente, sobre todo como elemento de decoración o soporte de los que tienen esta finalidad.

Todos los muebles a restaurar requieren su examen previo y el estudio de sus características (datación, estilo, escuela, autor y materiales utilizados siempre que sea posible) para pasar a diagnosticar su situación, es decir, definir las patologías que presenta y zonas dañadas para determinar los trabajos concretos que deben llevarse a cabo para su recuperación y la forma de hacerlo. Todo ello permite fijar un presupuesto que debe concretarse por escrito y aceptarse por ambas partes, cliente y restaurador.

Tras obtener un reportaje fotográfico sobre el estado en que llegó la pieza, se cumplimenta una ficha técnica donde se concretan todas sus características.

Un proceso básico de restauración se inicia con la limpieza superficial del mueble y su desmontaje, si fuera necesario, separando las piezas adheridas, como los tiradores y todas las que se puedan soltar. En el caso de que esté afectado por la carcoma, lo que ocurre con gran frecuencia, es necesario las desinsectación, para lo que Ana y Silvia utilizan uno de los dos siguientes procedimientos. El primero inyectar en cada uno de los agujeros realizados por los insectos coleópteros un fungicida con el que también se empapa toda la pieza. 

Diversas fases del proceso productivoDiversas fases del proceso productivo.

El trabajo es lento y debe de llevarse a cabo con la artesana debidamente protegida, dado el carácter tóxico de este producto. La segunda posibilidad es subcon-tratar esta operación a una empresa especializada que lo lleva a cabo a muy bajas temperaturas con resultados más seguros.

Si es necesario consolidar la madera por encontrarse blanda y/o acorchada se procede a inyectar una resina sintética, preparada por las restauradoras en distintas prporciones según sea necesario en cada caso, para lo que se utiliza una jeringuilla, aplicando la mezcla en toda la zona afectada. Hay que esperar a que se evapore el disolvente, manteniéndose la resina para repetir la operación cuantas veces lo consideren necesario las expertas para lograr el afianzamiento de la madera.

Tras eliminar los barnices deteriorados, si los hubiera, utilizando productos decapantes o simplemente proceder a su limpieza, se pasa a reconstruir el volumen, es decir, insertar (reintegración volumétrica) trozos de madera que falten o que estén deteriorados y que deben de ser idénticos al original, lo que habitualmente requiere trabajos de carpintería fina. En este proceso también se utilizan resinas sintéticas.

La siguiente operación del proceso es el taponamiento de los agujeros producidos por la carcoma, ya eliminada, para lo que utilizan generalmente estuco coloreado preparado por ellas mismas con yeso mate, cola de conejo, tierras de diferentes colores y agua, que se calienta al baño María y se aplica con una espátula a presión. En el caso de haber reconstrucciones de volumen se procede a su reintegración cromática para lograr el color y las vetas del mueble original. A continuación se pasa a barnizar, montar y colocar los aditamentos, como herrajes, baldas y cristales, entre otros.

Una vez terminada la restauración se vuelve a realizar un reportaje fotográfico que refleje la forma en que queda el mueble.

Es muy destacable el carácter tradicional de los materiales y las técnicas empleadas, entre ellas el barnizado a muñequilla.

Herramientas de carpintería y ebanistaria finaHerramientas de carpintería y ebanistaria fina, utilizadas en RestaurArte.