Los sacristanes-campaneros de hace tres siglos

En las "Constituciones Synodales" (decisiones de los sínodos o concilios de los obispos), del obispado de Calahorra y La Calzada de 1700, se definen con mucha precisión las obligaciones de los sacristanes y entre las mismas, "tocar las campanas cuando se tuvieran que tañer". Se establecía que: "Tendràn muy grande cuydado en tañer à las Ave Marias en las horas acostumbradas; y asimismo de hazer señal de doble por las animas. Los Domingos, y Fiestas de guardar, despues de medio dia, tañeràn la campana, para que vengan à oìr la Doctrina Christiana; y que la noche antes del dia de ayuno se haga señal que eligieran como conveniente con la campana de la Iglesia, para acordar à todos el precepto."

También se encomendaba a los sacristanes campaneros funciones de custodia, al señalarles que:

"De la torre y campanario tendràn mucho cuydado, no dexando que suban à ella muchachos; y quando alguna vez subieren, sea estando èl presente; y no permita que se repiquen las campanas con piedras, como suelen hazer, por aumentar el sonido, y con ellas las vienen à quebrar."

Llama la atención la preocupación por la calidad del vino para decir Misa, que tiene que ser de calidad y sin mixtura alguna y para ello, "ordenamos, y mandamos, que de aqui en adelante la persona, à cuyo cargo està la oblacion (el sacristan), cuide de que para ella le traiga vino de calidad, y de lo mejor que se hallare en la tierra. Y en los lugares de Montaña, ò Maritimos, en que ay cosecha de vinos flacos, y debiles, que llaman comunmente Chocolin; los quales, como son crudos, y de fruto no maduro, comunmente tienen punta de azedo, ò estàn dañados; mandamos, que para el Sacrificio de la Misa no se gaste de ellos; y en su lugar se gaste vino de Rioxa, Castilla, ò Navarra; de manera, que cesse todo escrupulo à cerca de la materia, que se ha de consagrar, y sea indubitadamente vino de vides, con la integridad de su ser."

Hace tres siglos ya había problemas para que los sacristanes, y por lo tanto los campaneros, siguieran siendo clérigos, pues en muchas iglesias de Obispado de Calahorra y La Calzada, no había más que un sacerdote, sin que hubiera nadie que le ayudara, por lo que se ordenaba que en todas hubiera sacristán, incluso seglar: " Y en falta de Sacerdote, sea Diacono; y en su falta, Subdiacono; y no pudiendose aver, sea de menores Ordenes; y no aviendo Estudiante Ordenado, pueda ser Seglar de vida honesta, y buena fama; y qualquiera de los Ordenados sea preferido al Seglar, con el salario, y derechos acostumbrados. Y en caso que no se hallare Clerigo, y aya de ser Lego, se procure que sea soltero, y no casado."

Se estipulaba un fuerte control sobre todo lo que se les encomendaba, pues se establecía que: "Otro si, estatuìmos, y ordenamos, que el tal Sacristan se ponga, y nombre por el Cura, y Beneficiados; el qual darà  fianças llanas, y abonadas, que darà buena quenta de la plata, Ornamentos, y de todos los bienes de la Iglesia, que se le entregaren; y quanto sea recebido, se le entregue todo lo dicho por inventario, por ante Escribano, firmado del Cura, y Mayordomo; y asimismo lo firme el dicho Sacristan."

En el centro, sentado, el campanero de Alzola, José Irusta Ulacia. A la derecha, de pie, con pantalón corto, el actual Paco Isasti Irusta en 1948 (Cedida por la familia Isasti).