La elaboración y reparación de redes

La elaboración

La primera tarea es proyectar la red, lo que se concreta en planos (que sustituyeron hace pocas décadas a las anteriores descripciones) y cuyo primer requerimiento es la adaptación, sobre todo a la potencia tractora de los barcos que las van a utilizar, así como a los fondos del mar y a la pesca prevista llevar a cabo pues algunas especies (gallo, lenguado y sapo entre otras) se entierran en la arena. En ocasiones resultaba necesaria la consulta con el patrón de pesca que dirigía su utilización. Los constantes cambios de las últimas décadas como la ya citada sustitución de las últimas décadas como la ya citada sustitución de las fibras vegetales (sisal, cáñamo, entre otras) por filamentos sintéticos (nylon, polietileno, etc.) afectan directamente a los proyectistas de redes de arrastre.

En cualquier caso es en el proyecto de la red donde se manifiesta la capacidad de maestro obligado a tener en cuenta un gran número de variables.

Una vez plasmado el proyecto en un plano con toda clase de características (medidas, malleros, etc.), por ejemplo, una red tipo “trawler” de longitud variable y que va a avanzar en el mar “arando el fondo”,  se procedía a su envío a la empresa Redsinsa, S.A. de Villajoyosa (Alicante) que procedía a suministrar todos los componentes del arte de arrastre.

A continuación el maestro redero, con las ayudas en su caso necesarias, procedía al montaje de la red, operación en la que su habilidad en el manejo del cuchillo, las agujas,  era importante. La colocación de la parte inferior conocida como “burlón” confeccionada con alambre de 16 mm. Forrada con nylon sobre el que se montaba la red con un determinado golfo del mismo lo que requería especial cuidado. La malla de 100 mm entre sus extremos resulta adecuada teniendo también importancia el grosor de los hilos empleados de lo que depende la “luz” de las arma duras. Además es necesario cumplir la reglamentación establecida en la zona donde se va a pescar.

La elaboración y en su caso reparación de las redes era una actividad estratégica pues cada barco que pescaba con artes de arrastre llevaba tres o más redes. Además en algunos lugares de pesca habitual, como el norte de Escocia paralelo 58, el fondo es rocoso con el consiguiente aumento de las roturas de las artes.

La reparación

La adecuada reparación de las redes tiene una gran importancia al permitir alargar su vida pues el coste de una nueva se estima en una media de unos 120.000 euros.

El proceso de reparación se iniciaba con su desembarco y traslado en el clásico carro de los puertos a las “campas” lugares utilizados para las reparaciones, que necesariamente tenían que ser amplios dada su superficie, ya que a continuación se procedía a su extensión en el suelo. Se continuaba buscando las partes a reparar observando las distintas partes del arte. Una vez acabada la reparación (añadido de partes, cosido, etc.) de nuevo al carro y al barco o al almacén.

Alberto de Paz recuerda haber conocido en Pasajes de San Juan a tres o cuatro rederas, como las de la pesca de cerco, dedicadas a la construcción y reparación de artes de arrastre para parejas.

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