Los precios

Los herreros tradicionales de nuestro país han dominado tecnologías que les permitían construir numerosos útiles y herramientas. Al mismo tiempo adquirían una cierta especialización según la demanda del entorno donde ejercían su profesión. Así los herreros de la costa construían numerosos efectos para la pesca y los astilleros, mientras los ubicados en zonas rurales o industriales, daban respuesta a las necesidades de sus vecinos. También hay que señalar que en muchos casos su ámbito de actuación era local, pero en ótros trabajaban por encargo de comerciantes que vendían los productos en amplias zonas del país. La industrialización supuso un duro golpe para los herreros.

El fabricante de hachas AchucarroEl fabricante de hachas Achucarro (izquierda), junio a los aizkolaris Arria y Keixeta.

Gracias a Simón Achucarro hemos podido conocer algunos precios que cobraban sus mayores por los trabajos realizados. El 6 de marzo de 1930 entregaron al aizkolari Juanito Garbizu cinco hachas por las que cobraron 69 pesetas. El mismo año vendieron una hacha por 14 pesetas y por "arreglar y brillar" otra 2,50 pesetas. El 5 de julio de 1938 por "dos picos acerados" 5,50 pesetas por "arreglar una azada" 0,75 pesetas. En esta época los precios de las hachas fluctúan entre 8 y 24,50 pesetas, según su tamaño. Los años cuarenta predominan los arreglos "ajotu" que se cobran en torno a las 10 pesetas unidad.

Instalación para el afiladoInstalación para el afilado (principalmente hachas). El artesano trabajaba situado sobre la piedra arenisca. (Foto Amaia Ros, 04.96).

Patxi AizpuruaPatxi Aizpurua junto a una piedra arenisca (destera) posiblemente de las canteras de lgueldo que se utilizaban en el taller de Regil. (J.M.l. 03/96).