Como ya hemos adelantado el taller de los Achucarro está situado junto al caserío familiar Etxeaundi Bekoa, ubicado en dos edificaciones diferentes. La que podemos llamar la instalación de forja de hachas, es una construcción frente al propio caserío, de una sola planta de unos 60 m² de superficie y 3,5 m. de altura, que recibe la luz exterior solamente a través de 2 puertas. En su interior se ubican la fragua construida de ladrillo y piedra, adosada a un muro de manipostería, detrás del cual se encuentra el ventilador que insufla el aire necesario para avivar el fuego. A un lado se encuentra el yunque sobre un grueso madero.

En la parte superior y apoyado en las visas de madera que soportan el tejado, existe un eje a todo lo largo del taller, con varias poleas de madera de distintos diámetros que se utilizan para transmitir movimiento al ventilador, por medio de una correa de cuero.

El taller de afilado está situado junto al río Régil en un pequeño edificio de unos 18 m², adosado a una presa. La instalación está accionada hidraulicamente por el agua desviada del río. Consta de dos turbinas situadas en la parte inferior del edificio y una "destera", o piedra de afilar de arenisca natural, de 1,20 m. de diámetro y 15 cm. de ancho, situada en el piso superior y apoyada en un eje horizontal sobre cojinetes sujetos al suelo de madera. El agua desviada de la presa incide sobre las turbinas con un salto de 2 m. y las hace girar sobre su eje vertical.

Una de ellas transmite movimiento giratorio a la "destera" por medio de unas poleas situadas en el extremo superior del eje y una correa de cuero. El operario se sitúa sentado encima de la piedra, en un banco de madera de altura regulable y con las piernas a ambos lados. En esta posición y apoyando el hacha, con ambas manos, contra la superficie superior de la piedra y presionando contra ella, procedía a desbastarla y afilarla.

Asimismo existe también en el taller otro eje movido por el sistema de turbina, poleas y correas, sobre el que se coloca una polea de madera con polvo abrasivo fino, adherido con cola que se utiliza para pulir y brillar las hachas.

La otra turbina, acciona también a través de una correa de cuero un pequeño alternador que proporciona energía eléctrica a la casa.

El conjunto de la instalación, fragua, yunque y piedras de afilar movidas hidráulicamente y conservadas hasta hoy, nos permite imaginar cómo eran los numerosos talleres de nuestro país, en los que, al menos desde el siglo XVI hasta finales del XIX, se transformaba el hierro, utilizando la energía hidráulica de pequeñas regatas para mover los mecanismos que hacían más fácil el trabajo.

En la edificación de la izquierda se encuentra» la turbina que recibe el agua del río Regil (elevada por la presa) y la instalación de afilado. A la derecha el taller, en medio la Ermita de San Miguel Bekoa (foto Amaia Ros, 04.96).

Julen Zabalela vio así la edificación en la que se encuentra la turbina, así como la presa y el enrejado por donde entra el agua que cae sobre la turbina.

Turbina y sistema de transmisión de energía (dibujo Julen Zabaleta, 04.96).