Un taller del siglo pasado

Los Achucarro del caserío Etxeaundi Bekoa de Régil, han sido durante generaciones herradores y herreros, transmitiéndose de padres a hijos los secretos de su oficio, así como el taller anejo compuesto por dos edificaciones separadas unos 30 m.

Fermín (nacido en 1838) se especializó en estas actividades que transmitió a su hijo Antonio y éste a sus descendientes Fidel y Simón. El actual propietario de la casa familiar (Simón Achucarro Urdalleta 1943), aunque tuvo que optar por otro oficio, sigue manteniendo el respeto y la admiración por el trabajo de sus mayores que eran herreros y fabricantes de herramientas y aperos agrícolas, como layas, azadas, yunques para afilar guadañas, hoces sin dientes (para segar trigo) o con dientes (para nabo), cuchillas para cesteros, clavos para madera y barrenos para canteros. Pero donde realmente han,destacado ha sido en la fabricación de hachas, de forma que los más conocidos aizkolaris acudían a su taller para que les fabricaran de encargo adaptadas a su cuerpo, estilo, etc. y utilizarlas en las competiciones. Los principales clientes de los Achucarro han procedido de la zona de Azpeitia, Zumarraga, Urrestilla, Tolosa, llegando en algunos casos, desde Navarra. Contemporáneos de Fermín Achucarro fabricando hachas, fueron Jerónimo Zabaleta de Zegama y Fidel Garciarena de Leiza.

La fabricación de los Achucarros se mantuvo hasta mediados de los años cincuenta, en que debido a la competencia de la construcción industrializada se redujo la demanda, dedicándose a la reparación y afilado de aperos y a la fabricación de hachas para las competiciones. Otros artesanos en esta especialidad han sido los Erviti de Leiza, que provienen de la terrería de "Ola Berri" (hacia 1840), así como Juan Jauregui de Hernani y el taller de Ezkioga dedicado sobre todo a la preparación final y puesta a punto de hachas importadas de Australia.

La única referencia escrita que hemos encontrado es la inscripción el 30 de Mayo de 1.931 en el Libro Registro de Aguas Públicas del aprovechamiento de 1.225 litros segundo del río Régil "para la producción de fuerza" en favor de los hermanos Achucarro Arzallus, "por uso continuado durante más de 20 años". El salto era de dos metros y unas alzas de 0,30.