Zapateros

A lo largo del tiempo los hombres han desarrollado diversas prendas para proteger una parte de su cuerpo tan sensible como los pies, hasta llegar al complejo y seguro calzado actual. Este proceso ha sido constante habiendo sido los zapateros los artesanos que lo han hecho posible.

El oficio de zapatero al igual que otros muchos de carácter manual hasta hace poco de más de dos siglos era despreciado por las clases sociales que detentaban el poder o se mantenían próximos al mismo y hay que esperar a 1783 para que por Real Cédula de S.M. y Señores del Consejo "se declara que no sólo el oficio de curtidor, sino también los demás artes y oficios de herrero, sastre, zapatero, carpintero y otros a este modo, son honestos y honrados y que el uso de ellos no envilece la familia, ni la persona del que los ejerce, ni la inhabilitan para obtener los empleos municipales de la República en que estén avecindados los artesanos o menestrales que los ejerciten".

A pesar de los conocimientos y habilidades que siempre ha requerido la fabricación y reparación de calzado este trabajo no ha tenido la consideración social ni la compensación económica que parece debería corresponderle, lo que no ha sido obstáculo para que el oficio se transmitiera de padres a hijos. Sin embargo en no pocos casos los zapateros se han negado a enseñar el oficio a sus descendientes como nos recodó un viejo artesano que dijo a su hijo "Ni naiz nahiko besteen izardi artean eskuak sartzeko, zuk ez duzu behar olakorik". ("Es suficiente que yo tenga que aguantar los sudores ajenos, tú no necesitas hacerlo").

ZapaterosCon el transcurso de los años el trabajo del zapatero se fue mecanizando.