Las caracteristicas del trabajo

Antes de su industrialización, estas herramientas eran fabricadas por los artesanos tradicionales, quienes disponían únicamente de fragua, yunque, martillos manuales y su propio esfuerzo como fuente de energía, y que conocían y dominaban todos los pasos del proceso de elaboración, siendo el mismo especialista el que realizaba todo el trabajo desde el principio hasta el final. En Patricio Echeverría S.A., la fabricación de guadañas mantuvo durante todo el período mencionado una gran componente manual, a pesar de una industrialización notable para la época.

El duro esfuerzo del forjador tradicional y de su ayudante que golpeaban la pieza con el mazo movido por la fuerza de sus brazos, fue sustituido por martinetes mecánicos accionados por motores eléctricos y que además aportaban mayor velocidad al proceso. Pero a pesar de las innovaciones se mantuvo la figura del forjador, que va moviendo con sus manos la pieza en elaboración entre las bocas que la golpean haciendo que reciba los golpes precisos en el lugar deseado para darle la forma buscada, al mismo tiempo que con el pie regula la fuerza de los impactos accionando más o menos el pedal. Todo ello sin ayuda de troqueles, guiándose únicamente y en alguna operación, de las plantillas dispuestas al lado de su puesto de trabajo y que usaba de referencia, de forma que el resultado de su trabajo dependía, en gran medida, de su experiencia, habilidad, atención y conocimiento del oficio.

Forjador La fabricación de hojas de guadañas tenía un gran componente manual. Requería experiencia y oficio por parte de los trabajadores. El forjador sujeta la pieza con unas tenazas y le va dando la forma deseada por medio de los golpes de un martillo mecánico, moviendo la pieza libremente entre golpe y golpe. En la imagen la formación de la espada, uno de los primeros pasos del proceso.

Sin embargo, y al contrario que los artesanos tradicionales, que dominaban todo el proceso, los trabajadores industriales que elaboraban guadañas, solo se ocupaban y eran especialistas en uno de los varios pasos u operaciones en que se dividió la fabricación, no habiendo ninguno que dominara todas las fases del proceso, y muy pocos que conocieran mas de una de las fundamentales.

El proceso que se implantó requería habilidad casi artesanal, pero se organizó industrialmente, y es un buen ejemplo, y una situación intermedia, del paso del artesanado a la producción en serie. De entre todas las operaciones a realizar, destacaban cuatro, estirado, ensanchado, alisado y enderezado final a mano, que eran las que daban la forma principal a la guadaña, determinaban su calidad, y de su correcta ejecución dependía el curso de las demás y el resultado final. El resto de las operaciones eran más sencillas, seguían siendo en gran parte manuales, y las efectuaban trabajadores con menos cualificación y experiencia .

A todo ello se incorporaron algunos conocimientos técnicos no empíricos, que como en el templado o endurecimiento del acero, permitían seguir un proceso muy elaborado y apropiado para dar a la herramienta una dureza y duración del filo elevados, que le aportaban unas propiedades adecuadas al uso al que estaban destinadas y, en consecuencia, una alta calidad.

horno de fuel-oilTras los numerosos golpes la preforma quedaba convertida en una pieza estilizada. Los forjadores, con tenazas, las introducían para calentarlas por la boca de un horno de fuel-oil.