Carreteros

El transporte de personas y de cargas ha tenido una gran importancia en todas las épocas, habiéndose utilizado los más diversos medios, siendo los carros uno de los más destacados, sobre todo en los pueblos en los que han predominado la agricultura y el pastoreo, así como en las guerras del pasado.

En nuestro país, la construcción de los carros se ha realizado tradicionalmente por carpinteros especializados en esta actividad, los carreteros, siendo lo más frecuente el encargo unitario de ámbito local o comarcal, basado en un modelo muy experimentado en cada zona, aunque con frecuencia los artesanos fabricantes, a petición del cliente introducían modificaciones para adaptarlo a la carga a transportar o al terreno donde se iban a utilizar.

Aunque se han construido numerosos tipos dependiendo de la zona, básicamente se distinguen dos, el de la vertiente cantábrica, "gurdixa", de dos ruedas macizas, sin radios, unidas rígidamente al eje de madera que gira con ellas y en donde se soporta una cama o armazón de madera de 2,5 mts. y una vara o "pertuza" con una longitud total de 5,40 mts., en la que se uncían vacas o bueyes. A su vez, en zonas como la Ribera navarra o La Rioja alavesa, en el carro habitual las dos ruedas eran de radios de madera y llantas de hierro, de 1,40 mts. a 1,60 mts. de diámetro, eje fijo de hierro forjado, sobre el que giraban, armazón también de madera aunque con numerosas piezas de hierro forjado para su refuerzo. Disponían de dos varas entre las que se enganchaban las caballerías.