Gabarrantza

La pesca en la costa durante la noche aparte de una gran capacidad para desplazarse en la oscuridad en terrenos difíciles y peligrosos, como son las rocas, requiere el auxilio de algún sistema de alumabrado, una especie de arpón (arrakasitxa) y de un salabardo.

Los medios para alumbrarse durante la noche lógicamente han evolucionado a lo largo de los años, desde el farol con vela antiguo (parecido al de los anguleros), hasta el cimbreante relampagueo del carburo y el butano actual. En las noches propicias todavía se ven cómo avanzan fantasmagóricas luces entre las rocas de nuestra costa.

El pescador va caminando por la costa y descubre (ayudado por la luz que dirige a los pozos entre rocas) itxas-cabras, nécoras, pulpos, quisquillones o durdos, entre otras especies a las que dirige su arpón de cinco o seis puntas o simplemente recoge con el salabardo.

En la gabarrantza que se practica "cinco días antes de la luna nueva, con mareas muertas" para pescar "arrain zuria" (lubinas, sarbos, corrocón de roca "oreja amarilla" y hasta congrio) el pescador sumergido hasta medio cuerpo avanza del mar hacia la tierra por los canales que forman las rocas, enfocando la luz a los "dormidos" peces que encuentran cerrada la salida hacia aguas más profundas, lo que aprovecha el pescador para clavarles el arpón, lo que obviamente requiere una gran habilidad.

La gabarrantza en que el hombre con muy pocos medios, aparte de su experiencia y habilidad, trata de pescar, se parece en gran medida a lo que hacían los pescadores de hace muchos años y aunque hoy tenga más de práctica deportiva que de medio para conseguir alimentarse, no deja de sorprender la pervivencia de algunas de las técnicas del pasado.

Útiles para la pesca del pulpoÚtiles para la pesca del pulpo. (Foto Amaia Ros).

Secado de pulpos en el caserío ArronamendiSecado de pulpos en el caserío Arronamendi en Octubre de 1995.