Los gremios de sastres

Hasta la primera mitad del siglo pasado, la actividad de los artesanos estaba regulada por los gremios que, bajo la advocación de un santo patrón, agrupaban a todos los que desempeñaban un mismo oficio. Los primeros aparecen en el siglo XIII y tuvieron importante actividad hasta la desaparición de este tipo de asociación.

Los gremios tenían una doble función, por un lado regulaban el acceso y el ejercicio de la profesión de forma que para desempeñar un oficio artesanal, los candidatos debían superar las diferentes etapas de aprendizaje establecidas y obtener el título de maestro tras superar un riguroso exámen, lo que les permitía inscribirse en el "Registro" correspondiente e instalarse en un local, donde fabricar y vender sus productos. El incumplimiento de estas normas era persequido y castigado con mucha severidad, obligándole al infractor a abandonar la labor que desempeñaba.

Por otra parte, su función era también de tipo social, con sistemas de protección en caso de enfermedad y ayudas a viudas y huérfanos de los asociados, así como religiosa, organizada en forma de cofradía con sus reglamentos y festividades entre las que se incluía la de su patrón, que se celebraban con danzas y en ocasiones, fiestas con toros.