Maestros sastres

El conjunto de prendas que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia sobre todo para su abrigo y adorno siempre han tenido una gran importancia, habiéndose adaptado a los gustos imperantes de cada época. Además, el vestido ha guardado relación con la posición social del que lo utilizaba constituyendo un medio de diferenciación. En las distintas creencias religiosas, también ha desempeñado un papel importante.

Los maestros sastres que han sido los artesanos encargados de confeccionar los vestidos han tenido que responder a los muy variados deseos de los clientes, pasando de cortar y confeccionar los materiales para cubrir el cuerpo a tener que adaptarlo al mismo realzando la figura.

El arte de la sastrería aparece con el desarrollo de las ciudades modernas y fue evolucionando a medida que el progreso proporcionó nuevos materiales, (que inicialmente suministraba el cliente), limitándose los sastres a la confección de los vestidos. Algunos artesanos ya en las Edades Antigua y Media hicieron ingeniosos estudios geométri­cos para conseguir la gracia y la belleza en la caída de los pliegues de los vestidos.

Estos especialistas confeccionaban ropas indistintamente para hombres y mujeres, prestando poca atención a los nuevos diseños, manteniendo los modelos tradicionales que variaban muy lentamente, al ser protegidos por edictos que las autoridades imponían tratando de "evitar el lujo y la ostentación". La aparición de las modistas dedicadas a la elaboración en exclusiva, de prendas femeninas data de finales del siglo XVIII, y desde esa época los sastres se especializaron en la confección para hombres. Esta división del trabajo en razón del destinatario se ha visto sustancialmente alterada las últimas décadas.