Los medios

Juan Cruz mantiene una doble actividad. Por un lado la reparación de relojes de acreditadas marcas y por otro la de restauración. De esta segunda, que es la más acorde con su vocación, habla con apasionado entusiasmo.

Desde 1999 desarrolla su actividad, junto con otros dos artesanos, en una tienda-taller en una planta baja situada en el barrio de Gros de San Sebastián de unos 80 m2 a los que hay que agregar una entreplanta de otros 20. Colgados en las paredes pueden verse una veintena de relojes de diversas épocas y características.

En el taller es destacable la numerosa maquinaria de relojería disponible, desde varios tornos adaptados a las piezas a fabricar o recuperar hasta diversas "rundedoras" para rectificar dientes de ruedas de relojes de distintos tamaños, además de fresadoras, utilizadas también para tallar, así como taladros, afiladoras y hornos eléctricos entre otros. Hay que señalar que cuando las circunstancias lo exigen, el restaurador construye partes o componentes de estas máquinas.

Juan Cruz

Dispone también de un gran número de herramientas una parte de las cuales han sido fabricadas por Juan Cruz, así como materias primas para la construcción de piezas. El taller cuenta también con mesas de trabajo adosadas a las paredes, armarios archivadores y estanterías. Llama la atención el gran número de piezas de relojería antigua debidamente clasificadas.

Se completa lo anterior con una biblioteca de más de trescientos volúmenes de obras especializadas en relojería histórica y una gran variedad de catalogos y grabados.

La imagen que transmite la tienda-taller es de gran orden y limpieza.