Tallistas destacados

Pablo Alkorta Aizpuru (1928), nacido en el zarauztarra barrio de San Pelayo, así como Remigio Lertxundi Ibargoyen (1930) y Donato Intxauspe Etxabe (1932) oriotarras de nacimiento y vecinos de Zarautz desde hace muchos años, son tres destacados tallistas que muestran legítimo orgullo por el oficio que ejercieron durante toda su vida laboral y que siguen practicando en buena medida para su propia satisfacción.

Pablo al cumplir los 14 años se incorporó como aprendiz tallista a Muebles Arruti, conocido en Zarautz y su entorno, como el Palacio del Mueble, y que con diez artesanos de esta especialidad era el mayor empleador de tallistas. Seis años más tarde pasó a trabajar con José Alberdi que había desempeñado el oficio en Garrastazu y Odriozola. La reducción de la demanda de muebles artesanales en lo que el incremento de la fabricación en serie tuvo mucho que ver (las empresas trabajaban tres días a la semana repitiendo lo que ya ocurrió en 1933/34), le obligó a finales de los años cincuenta, a establecerse por su cuenta, primero en un local de Azken-Portu y después de Zaldibe-baserria.

Donato Intxausti Etxabe Donato Intxauspe Etxabe tallando. (Fotografías de Javier Carballo)

Remigio Lertxundi Ibargoyen Remigio Lertxundi Ibargoyen, tallista oriotarra, construyendo una trainera. (Fotografías de Javier Carballo)

En esta época con ayuda de su mujer realizó los variados trabajos que exige la fabricación de muebles, recordando Pablo el dicho “Astea luzea zan baño illa motza”, reflejando con ello las dificultades económicas de aquellos años. Hay que señalar que la elaboración de estos bienes conlleva el dominio de diversos oficios (dibujo y diseño, ebanistería, maquinista, barnizado, etre otros). Aunque depende del tipo de mueble, su fabricación puede exigir hasta varios meses.

Por su parte Remigio empezó a trabajar a los doce años como aprendiz de tallista en Arin y Embil, empresa  oriotarra fundada en 1887 y dedicada inicialmente a la construcción de embarcaciones de madera para, a partir de 1902 especializarse en la fabricación de muebles. El deseo de aprender le llevó a la fábrica de muebles José Esnal también en Orio, donde continuó como tallista durante una década, pasando a practicar otros oficios del sector (ebanista, maquinista, etc.). En 1961, diecisiete años después de su salida, volvió a Arin y Embil, donde permaneció veinticuatro años hasta su jubilación anticipada, ejerciendo funciones de aprovisionamiento y organización de la producción. También fue profesor de carpintería durante dos años en los talleres ocupacionales de Zarautz.

Donato Intxauspe ha sido tallista toda su vida laboral pasando desde el aprendizaje, siempre de larga duración en este oficio, hasta alcanzar los niveles de más alta cualificación. Comenzó a trabajar a los catorce años en Arin y Embil, pasando ocho meses después a la también empresa oriotarra Muebles Aramendi para incorporarse a José Esnal donde permaneció catorce años volviendo después a la inicial Arin y Embil donde acabó jubilándose transcurridos otros veinticinco.

Aunque la lista de tallistas destacados es amplia (1909-2001) en la zona de Zarautz y Orio, es obligado señalar a José Alberdi, al que nos hemos referido anteriormente y a Santos Azpeitia (1926), que sigue impartiendo clases en Artezaleak, así como a Mariano Gereka (1929).

También influyeron en la actividad de los tallistas de la zona los alaveses Emiliano Virgala, residente en San Sebastián y Angel Aguirre de Muebles Arruti que venía avalado por “haber trabajado en Francia en una empresa con más de 100 tallistas”.

José Alberdi El maestro de tallistas José Alberdi. (Fotografías de Javier Carballo)

Santos Azpeitia Santos Azpeitia, modelando un busto. (Fotografías de Javier Carballo)

Entre los especialistas que no se han dedicado al tallado del mueble, cabe señalar a Braulio Buenetxea Manterola, natural de Mutriku y avecindado en Zarautz.

 Asimismo en Azpeitia ha sido notable el número de tallistas destacados, a pesar de que la introducción de la fabricación de muebles en serie, mucho antes que en Zarautz y Orio, perjudicó al oficio.

Gabino Aizpuru Odria (Azpeitia 1923) empezó su vida laboral como aprendiz tallista en 1937, con 14 años, en Ignacio Lasa (Muebles Lasa) que ya contaba con otros cuatro artesanos de esta especialidad. Tras doce años en la empresa (de los cuales dos en el servicio militar) pasó a trabajar con Fernando Olaizola (1922), al que califica de “artistie”, junto con otros diez tallistas. Trabajaban para varias empresas sobre todo para Muebles Erostarbe, ubicada primero en Elgeta y más tarde en Oikina.

La falta de trabajo, los primeros años cincuenta, concretamente en 1953, le obligó a dedicarse a la fabricación de consolas, mesas pequeñas, sillas, marcos de espejos y perchas “auxiliarrak”, entre otros, para en 1962 integrarse en la cooperativa Euskalduna, también del sector, que en 1970 se integró en Danona, lo que supuso para Gabino Aizpuru el abandono de la talla, jubilándose 15 años más tarde. En la actualidad sigue tallando sin fines lucrativos.

Gabino Aizpurua recuerda que la fabricación de muebles en Azpeitia la llevaban a cabo tres grandes empresas (Dámaso Azkue, Aguirre Hermanos y Azkue y Compañía), y un notable número de pequeños talleres formados habitualmente por los profesionales que dejaban las compañías mayores para establecerse por su cuenta. Era frecuente que no dispusieran de maquinaria, subcontratando las mecanizaciones necesarias a Beloki, especializado en esta actividad.

Manuel Sanjuan Santos (Irun 1928) se trasladó con su familia a Azpeitia en 1939, cuando tenía 11 años. Como era habitual en la zona, en la dura posguerra, se dedicó a la fabricación domiciliaria de alpargatas. A los 16 años ingresó en Aguirre Hnos. iniciándose en el aprendizaje de la talla de madera con el vallisoletano Paco Alonso. Recuerda también, como uno de sus maestros, a su hermano Luis (1926-1986).

Mariano Gereka Mariano Gereka, tallando un escudo. (Fotografías de Javier Carballo)

Manuel Sanjuan El tallista irunés de nacimiento y avecindado en Azpeitia, Manuel Sanjuan. (Fotografías de Javier Carballo)

Trascurridos ocho años, en 1952, se desplazó a Uruguay continuando en el oficio con maestros franceses, italianos y españoles “muy buenos”. A su regreso, a finales de 1965, se estableció como autónomo, jubilándose en 1993. Actualmente sigue tallando como una actividad recreativa.

Cabe deducir que los trabajos de talla que se realizaban en Zarautz y Orio, eran de calidad superior, habiéndose especializado los azpeitianos en la “talla buena de series generalmente cortas”. Junto a los ya mencionados como tallistas destacados se señalan a José Egibar, azpeitiano, que desempeñó su oficio en Zarautz y más tarde en Venezuela. El oriotarra José Esnal Errasti es considerado como ebanista y “gran mueblero”.

Mikel Sanjuan Aizbitarte (Azpeitia 1968), sigue en el oficio de su padre Manuel en el que se inició casi como un juego, para profesionalizarse con diecisiete años y pasar a ser autónomo en 1993. Cita a Fernando Olaizola como uno de sus maestros, así como al escultor vitoriano Lorenzo Ascasibar. El dominio del dibujo y el manejo del barro le han sido de gran utilidad en su trabajo, que lleva a cabo en un pequeño y agradable taller artesanal en Azpeitia.

Se ha especializado en la ornamentación de muebles de series cortas y de calidad y artículos de regalo y conmemorativos. Gran parte de los trabajos que lleva a cabo son en madera de castaño y cerezo encargados por particulares. En el caso de trabajar para mueblistas destaca la dificultad para fijar precios que le compensen adecuadamente y mantener al propio tiempo, los clientes.

Resulta emotivo y muy significativo observar a su hijo Antxon (1998) jugar con las herramientas en la mesa de tallista adaptada a su edad.

Fernando Olaizola El tallista Fernando Olaizola que tuvo una notable influencia en esta actividad a mediados del siglo XX. (Fotografías de Javier Carballo)

Mikel Sanjuan Mikel Sanjuan. (Fotografías de Javier Carballo)