Elaboración y sujeción del mango

Aunque los artesanos hacen hojas de diversas formas y tamaños, es en la elaboración del mango y en los materiales utilizados donde más campo de acción disponen y donde mas se muestra su creatividad

Se ha expuesto anteriormente que los materiales utilizados para la elaboración del mango son muy diversos, madera, hueso, cuerno, goma, cuero, metales como latón, alpaca u otros, y muchas veces cualquier otro que tengan a mano y que por su textura y color se preste a desarrollar una idea que tienen en su mente.

Los mangos habituales son de dos tipos. Aquel en el que el mango está compuesto por dos piezas simétricas llamadas cachas que se adosan una a cada lado del núcleo o espiga de la hoja ancha y plana y que se sujeta a ella con pasadores metálicos. Y aquellos en los que la espiga es estrecha y puntiaguda, y se introduce en el mango, que puede ser de cuerpo entero o una sola pieza de forma que la espiga queda incrustada en él, o puede estar formada por un conjunto multipiezas en el que las distintas partes se introducen axialmente en la espiga una detrás de otra, entrando por un orificio que se les ha practicado, y se aprietan con un tornillo que se rosca en el extremo de la espiga.

Con frecuencia los mangos llevan en su inicio junto a la hoja y filo una pieza metálica que hace de refuerzo, que en ocasiones tiene un resalte para proteger el dedo índice, llamada guarda, defensa o cruz, y otra en el extremo opuesto llamada talón, base o pomo.

Para elaborar mangos formados por dos cachas, se comienza cortando dos trozos iguales del material seleccionado con algunas creces sobre las medidas necesarias para mas adelante poder rematar las uniones entre las distintas piezas.

Fase del proceso de construcción de un cuchillo.

Con un rotulador marca el perfil de la pieza y la corta en una sierra de cinta, la adosa sobre la espiga de la hoja y con un taladro hace un agujero e introduce un pasador. Y continúa haciendo dos o más orificios. Repite la operación con la otra cacha y adosa ambas a la espiga utilizando una resina epoxi. Finalmente introduce los pasadores, generalmente de acero, y los remacha a golpes de martillo.

Las piezas metálicas o guardas (boster) se elaboran de forma similar y también se unen a la espiga por medio de pasadores.

Una vez montadas todas las piezas comienza la labor de igualado del mango quitando todo lo sobrante, a mano con una lima para el metal y escofina para los otros materiales, y seguidamente se iguala todo con lija y con una polea abrasiva en la maquina pulidora.

Se termina igualando, afinando y puliendo todo el conjunto del mango con diversos tipos de lijas, hasta dejar sin irregularidades y de acuerdo con su gusto. En ocasiones hacen marcas o ranuras decorativas, e incluso grabados y pequeñas tallas sobre las partes metálicas del mango y sobre la hoja, utilizando buriles manuales y siguiendo los trazos del dibujo que previamente ha marcado con un rotulador. A veces el resultado se acerca más al arte que a la artesanía.

Los mangos sobre espiga estrecha o multipieza se realizan insertando en ella la pieza guarda y tras ella un conjunto de varias piezas macizas, cuerno, alpaca, cuero u otras, a las que previamente se ha hecho un orificio.

Finalmente se comprime todo el paquete con un tornillo que se rosca sobre el extremo de la espiga, con lo que todas las piezas forman un cuerpo compacto al que seguidamente se le eliminan irregularidades entre piezas con escofinas o el esmeril y la pulidora, hasta dejar toda la superficie con la forma deseada, generalmente muy adaptada a la anatomía de la mano y suave al tacto.

El conjunto de los diferentes materiales utilizados, su diferente textura y color, dan al mango un aspecto y estética especial, pudiendo conseguirse una gran variedad de diseños.