El acero damasco

Un acero muy característico utilizado en cuchillería artesanal es el llamado "damasco" que compran en llantas de dimensiones apropiadas para cuchillería. En la antigüedad se elaboró a partir de varias varillas delgadas de dos o mas tipos de acero diferentes que se unían en forma de haz y seguidamente se retorcían sobre si mismas. En esta situación se calentaban y se forjaban a martillo soldándose entre si los distintos materiales. Se continuaba plegando la barra, así obtenida, varias veces calentándola y volviéndola a forjar y soldar repetidas veces , hasta conseguir una pieza única formada por tiras o vetas de diferentes materiales entrelazados entre si

Para su elaboración se utilizaban aceros de diferentes características, poco aleados que aportaban tenacidad, y aceros muy aleados que aportaban dureza al material resultante. De esta forma se complementaban las características favorables de uno y otro y se obtenía un material adecuado para armas blancas que de otra forma no se sabía producir con la tecnología de la época..

Una de las singularidades de este acero damasco es que después de templarlo y pulirlo finamente aparecen en su superficie unas ondas o floreados de distintos tonos claros y oscuros que se corresponden con las distintas varillas originalmente entrelazadas. Estas ondas muy vistosas aportan a la hoja del cuchillo una imagen muy especial y son muy apreciados pues se consideran indicadoras de las supuestas excelentes características del acero de la hoja y por la imagen y estética que aportan al cuchillo. Actualmente se fabrican por pulvimetalurgia con posterior forjado o y laminado.

Esta misma técnica de obtención de un acero adecuado también fue utilizada por los forjadores de cañones para armas de fuego de la zona armera de Guipúzcoa, hasta las primeras décadas del siglo XX. Estos armeros llamaban "damasquino" a este tipo de material.