A destajo

Los primeros años 30 el taller de los Alberdi disponía de secciones de forja, mecánica (taller de troquelaje) atendido por 5 especialistas y pulimento con más de 20 trabajadores, además del departamento "de baños", almacén de expediciones y los servicios de administración.

Los mangos de los cuchillos se obtenían, en algunos de los modelos, forjándolos simultáneamente con la hoja. En otros se les colocaban de baquelita suministrados por Reiner de Deba. Asimismo se fabricaban cuchillos con mangos de aluminio, obtenidos al verter este material fundido dentro de un molde en que entraba un extremo de la hoja de acero. Los de madera se compraban a Moisés Ibáñez, de Eibar.

Predominaba el trabajo a destajo (un precio por unidad realizada). En el caso de los pulidores hacia 1932/33, percibían 5 pesetas por cada centenar de cuchillos y 3,50 por los tenedores, lo que en una jornada de 8 horas diarias, les permitía ganar unas 9 pesetas al día para un buen profesional y unas 8, para los de menor eficiencia, que subieron a unas 12 pesetas al día en 1936.

El precio se negociaba con los sindicatos para los que estaban afiliados, llegándose a pactar distintos precios por el mismo trabajo. En Placencia "la fábrica" (la de cañones) siempre ha sido "la" referencia. En 1934/35 el oficial de primera ganaba 12 pesetas al día, 2 más que el de segunda, siendo 9,25 el jornal del de tercera. El peón especialista cobraba 8,75.

El rio DebaEl rio Deba a su paso por Placencia-Soraluze, no solo ha contribuido a la producción energía, sino que ha acogido pruebas deportivas como regatas, como muestra la fotografía de mediados los años 60 (cedida por Juan Manuel Berrueta).