La utilización generalizada de los cuchillos por los comensales "el cuchillo de mesa" fue posterior a la cuchara y al tenedor y se produjo avanzado el siglo XIX  dando lugar a una importante demanda de estos productos.

Muy posiblemente esta circunstancia y el dominio de las tecnologías necesarias para su fabricación, hicieron que Francisco Alberdi originario de Elosua (Bergara) iniciara la fabricación de cuchillos, en el último tercio del siglo pasado (hacia 1870), en un taller instalado en Placencia, junto al cauce del río Deba. Sus sucesores han mantenido la actividad familiar hasta hace pocos años.

El taller de los Alberdi ha sido durante décadas uno de los más importantes fabricantes de cuchillos de mesa de nuestro país, utilizando las marcas 'Aiztolandia", "Asa" y "Vencedor" compartiendo la especialización de esta actividad entre otros, con Juan Mora (San Sebastián), Julián Goenaga (Villafranca), Juan Wolmer (primero en Durango, luego en Irún) y Daniel Apaolaza (Zumarraga) dedicado a los "cuchillos de oficio". También en Placencia, Rufino Gallastegul, en su taller ubicado al final de la calle Santa Ana, fabricó estos productos. Los barceloneses y sobre todo los de Albacete eran los más importantes a nivel español.

Según un artículo publicado en 1953 en la revista "Información de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao", cuyo autor es Juan Jesús Ponte, el número de operarios dedicados a la industria cuchillera "no andará lejos de los dos millares sobrepasando por mucho los 100 millones de pesetas anuales, de los que más de la mitad son fruto de la laboriosidad guipuzcoana".

Detalle del sistema de transmisión en la empresa Alberdi Hermanos de Soraluze. (Foto Juan Manuel Berrueta 12196).