Innovaciones tecnológicas

Hacia 1925 se adquirió en Estados Unidos un martillo de forja de caída libre. Los placentinos de más edad recuerdan los problemas que originó el traslado por arrastré tirado por bueyes de la base o chabota que pesaba 13.000 kgs., desde la estación de ferrocarril (situado en la parte alta) a la empresa de los Alberdi, atravesando las principales calles de Placencia.

Con la nueva máquina se comenzó la fabricación de cuchillos forjados, obteniéndose por estampación la hoja y el manso, a partir de varillas de 8, 9 y 10 mm. de diámetro cuyos extremos se calentaban en un horno de fuel-oil y seguidamente se rebarbaban en frío. Previamente a la forja, las varillas se estiraban en martinete.

Por la misma época se adquirieron, en Inglaterra, dos parejas de máquinas automáticas para desbastar y adelgazar la hoja del cuchillo, que supusieron una importante innovación técnica que fue copiada y adaptada a sus productos por otros fabricantes de la zona. Los cuchillos se colocaban sobre una mesa desplazable en contacto con una muela abrasiva en forma de anillo que giraba sobre su eje. Al desplazarse la mesa, la muela desbastaba la hoja y sacaba el filo deseado. Las máquinas se utilizaban en pareja, y al ser de construcción simétrica, cada una de ellas, desbastaba una cara, siendo manejadas por mujeres. Debido a las medidas especiales de las muelas era preciso construirlas en la misma fábrica.

Por aquella época se introdujo también una máquina pulidora que disponía de dos grandes poleas enfrentadas y entre las cuales se introducía el cuchillo en posición vertical. Al accionarse la máquina las poleas se juntaban y pulían simultáneamente las dos caras.

A partir de 1932 se empezó a utilizar acero inoxidable (hasta entonces únicamente acero al carbono) que se importaba de Alemania, en tiras de fleje laminado, más delgado en uno de sus lados, con objeto de facilitar la elaboración del filo.

Todos estos avances tecnológicos no impedían que la calidad de los materiales se probara metiéndolos en limones y observando si se oxidaban o no.