Setenta años fabricando horcas

Según las informaciones verbales que hemos podido recoger, los vecinos de Oñate, Sebastián Mendizábal, Cándido Urcelay, Plácido Ugarte y Francisco Mugarza, se asociaron en 1923 constituyendo la empresa Mugarza, Ugarte y Cía. Poco después, hacia 1930, se agregó a la sociedad Cayetano Ugarte, que trabajaba en Forjas de Zubillaga, con experiencia en la producción de horcas, emprendiendo su fabricación, que se añadió a las iniciales: fundición y el llamado taller mecánico, especializado en la construcción de máquinas para la industria cerámica, actividades, estas últimas, que se abandonaron hacia 1980.

Patricio Echeverria, cuyas producciones, en parte, coincidían con las de Forjas de Zubillaga, con la consiguiente competencia básicamente en el mercado español, colaboró en la puesta en marcha de la fabricación del nuevo producto, comprometiéndose a no abordar su producción.

Portada del catálogo de los Talleres de construcción de Herramientas de acero de Ramón Onraita de Oñate.

La empresa tuvo una evolución favorable al amparo del contexto de los años sesenta y los setenta, en que llegó a emplear en torno a los 150 trabajadores. Su posterior trayectoria, de signo contrario, les obligó, a finales de 1992, a un proceso de reconversión, continuando la actividad como Herramientas Labrador SAL y una plantilla de 35 personas.

A su vez Onraita, otra empresa tradicional de Oñate fundada en 1881, por Ramón Onraita y que desde mediados los años cincuenta del siglo pasado dirigió Ignacio Mendiola "Patxi", cuñado del fundador, en julio de 1973 fue adquirida por siete socios (Juan Urcelay, Jose Errasti, Nicolas Errasti, Pedro Irizar, Pedro Igarzabal, Pedro Goenaga y Ramón Irizar). De reconocido prestigio en la fabricación de herramientas de corte, pero sobre todo de hachas tras otro proceso similar al de Mugarza, Ugarte y Cia, acabó integrándose en Herramientas Labrador a mediados de 1993, aportando esta última actividad y siete trabajadores.

Actualmente la empresa que, como ya hemos adelantado, es el último fabricante de horcas de nuestro entorno, produciendo también layas y rastrillos, y uno de los más prestigiosos de hachas, exporta casi las tres cuartas partes de la producción con las marcas Labrador, Aloña y El Caballo, y en el caso de las hachas, como Onraita y  RO.

En el mismo taller de forja de Elorza e Hijo un trabajador sujeta una barra caliente al rojo vivo con unas tenazas sobre el yunque, mientras un joven aprendiz situado frente a él se dispone a golpearla con una maza (Fotografía de la primera década del siglo XX).