Los astilleros

Los últimos astilleros de barcos de madera de nuestra costa no eran sino una simple grada inclinada provista de dos raíles sobre los que se desplazaba un carro sobre el que se construía el barco. Recubierta por una simple tejavana de madera construida por los propios carpinteros (en la que con frecuencia apenas cabía el buque en construcción), no tenían ni siquiera paredes que los protegieran de las inclemencias del tiempo.

Otra pequeña tejavana adosada hacía de taller donde se construían las diferentes piezas de madera en la que la sierra de cinta, la cepilladora y la regruesadora eran prácticamente las únicas máquinas disponibles. El resto del trabajo se ejecutaba con herramientas manuales, principalmente sierras de diversos tipos, azuelas, hachas, mazos, martillos, cepillos, garlopas, formones y gubias, sargentos, berbiquis, mechas, barrenos ojo de barril y trinchas de diversas clases para calafatear. Como elementos de medida utilizaban la cinta métrica, el metro de carpintero, el compás, la escuadra y la falsa escuadra. A partir de 1.950 se generalizaron, entre sus útiles, las herramientas eléctricas que fueron de gran utilidad.

Con frecuencia apenas disponían de grúas o elementos de elevación similares con los que mover e instalar las piezas del barco, teniendo que hacerlo los carpinteros con gran ingenio y esfuerzo físico.

Construcción del costillajeConstrucción del costillaje (Cuadernas) de un barco en el astillero San Roque de Pasai / Donibane los años veinte. (Fototeka Kutxa).

Carpinteros de RiberaCarpinteros de Ribera armando el casco de un barco los primeros años de este siglo. (Fototeka Kutxa).