Condiciones laborales

Los primeros años de la década de los 40 del siglo XX, recién finalizada la Guerra Civil y con toda Europa en guerra, fueron especialmente duros y difíciles.

Con la empresa y todos sus trabajadores militarizados el ambiente era de mucho rigor y exigencia y las jornadas largas, trabajándose incluso los domingos sin cobrar salario como aportación a los gastos del Estado. Hacia 1939 un aprendiz ganaba 2,50 pesetas al día.

A ello se añadía el racionamiento de los alimentos, lo que hacía que los trabajadores al mediodía comieran rápidamente en sus casas para ir seguidamente al economato de la fábrica a completar su alimentación con un plato de habas con tocino que por el precio de una peseta servían a los obreros.

Este trabajo ha sido realizado en base a las informaciones suministradas por Ramiro Larrañaga, uno de los mas acreditados investigadores de la historia de nuestra industria. Sus trabajos sobre la armería vasca y las actividades relacionadas con la misma constituyen una referencia obligada.

Entre sus publicaciones podemos destacar: “Síntesis histórica de la Armería Vasca”, “El grabado en Eibar” y “El Damasquinado en Eibar”.

Sus conocimientos se sustentan, además de en las investigaciones históricas, en su propia experiencia como grabador, tanto industrial como artístico.

Nuestro agradecimiento por las informaciones y orientaciones dadas a los autores continuamente en el estudio de numerosos oficios.

Así mismo, agradecemos a Jesús María Larrañaga la cesión de las fotos que acompañan este trabajo.

Cañón de bronceDesde hace varios siglos el grabado sobre armas se ha utilizado también con fines decorativos y emblemáticos. Cañón de bronce grabado en su superficie con los símbolos reales y la fecha de su fabricación, 1797. (Foto J.M.I.)