Un viaje con riesgos

Un grupo expedicionario generalmente se formaba por ocho novillos-toros, acompañados por dos o tres cabestros y un par de caballerías, una para transportar las vituallas y enseres, y otra que se utilizaba para agrupar el ganado en caso de que se dispersara.

Los dos vaqueros que dirigían la expedición eran habitualmente conocedores del camino, pero con frecuencia utilizaban la ayuda de los guardas de campo que mediante una propina les guiaban en los terrenos de su jurisdicción.

LLevaban todos los utensilios (pucheros, sartenes, etc.) para prepararse las comidas ("migas", "calderetes", etc.), aunque los embutidos y latas de conserva ("que bueno sabían aquel tocino magro y las sardinas") ocupaban un lugar importante en la alimentación. Pasaban las noches casi siempre en los mismos lugares ("aunque si algún novillo iba mal no llegábamos al sitio previsto") durmiendo a la intemperie ("cubiertos con una manta"), cerca del ganado, aunque en algunas ocasiones se "resguardaban en algún corral".

Calzada entre venta de Zumbeltz y el puerto de EtxarriCalzada entre venta de Zumbeltz y el puerto de Etxarri por donde pasaba el ganado bravo navarro en su viaje a pie a Gipuzkoa (foto CU. 05/1.996).

Los novillos-toros y las caballerías se alimentaban en los prados cercanos a los caminos por donde pasaban, sobre todo, en el descanso del mediodía y al anochecer en el lugar donde se pernoctaba "aunque siempre van echando boca". No pagaban por los pastos consumidos, ni se tienen noticias de haberse originado problemas por esta circunstancia.

Aunque el ganado bravo en el campo se comporta pacíficamente, siempre existía el riesgo de su dispersión. Recuerdan los vaqueros que al paso por Urbasa-Andia al ruido de los cencerros que portaban los toros acudían yeguas y cerdos con sus crías, con los consiguientes riesgos. Sin embargo, era la travesía de los pueblos donde se originaban los mayores y más serios problemas al azuzar los jóvenes al ganado.

Encierro en DebaEncierro en Deba en 1.947 con toros navarros. Fueron los últimos que se trajeron andando desde cerca de Tudela. (Foto Allica.)