Canteros

La industria minera vasca ha tenido una notable importancia en el pasado sobre todo a partir del último tercio del siglo XIX como consecuencia del aumento de la demanda básicamente del Reino Unido, de mineral de hierro vizcaíno especialmente adecuado para el entonces innovador procedimiento Bessener para la obtención de acero. Según Julio Lazurtegui (Ensayo sobre la cuestión de los minerales de hierro) entre 1876 y 1909 se obtuvieron un total de 1,317 millones de toneladas de las que se exportaron 118,2, es decir el 90%.

Las numerosas explotaciones requirieron un gran número de trabajadores que desempeñaban varias decenas de oficios de muy diverso contenido entre los que cabe señalar los canteros encargados de los trabajos propios de su oficio como la construcción de los hornos de calcinación o de las instalaciones que eran precisas, como muelles de carga, muros de contención y edificios, que por la rudeza del trabajo que debían soportar tenían que ser muy sólidos, por lo que eran de piedra. Además eran de su incumbencia las reformas y el mantenimiento.

Estos trabajadores que dominaban los conocimientos y la tecnología básicos de la cantería acababan especializándose en las tareas que requerían la explotación de las minas. De origen gallego en muchos casos, tenían una buena consideración profesional y económica al menos comparativamente con los restantes empleados de similar cualificación.

Horno de calcinaciónPrimer horno de calcinación 1882 Covaron en Muskiz (09/1997), cedida por el Museo Minero de Gallarta.