La técnica

La litografía está basada en el rechazo entre  el agua y las tintas grasas y en la adherencia mutua entre dos elementos de este tipo.

Básicamente consistía en reproducir a mano la imagen que se deseada  sobre la superficie, muy bien pulida, de una piedra específica, porosa, (piedra litográfica), utilizando tintas de tipo graso, que tenían la característica de que las del mismo tipo se adherían fácilmente sobre ellas, al mismo tiempo que rechazaban el agua.

Dos eran los sistemas empleados para trasladar la figura sobre la piedra. En un caso se grababa la imagen sobre la superficie utilizando buriles e introduciendo la tinta en las incisiones efectuadas en la superficie de la piedra.

En el otro se dibujaba la imagen utilizando un lápiz especial (lápiz litográfico) o una pluma con la que se extendía la tinta. Este era el preferido por dibujantes y artistas que de esta forma plasmaban sus obras directamente sobre la piedra y eliminaban su dependencia del grabador, oficio que no dominaban.

Cuando se deseaba efectuar la impresión, primero se mojaba con agua la superficie de la piedra, de forma que se introdujera en los poros de la superficie no dibujada (no haciéndolo en la restante por el rechazo agua-tinta), para seguidamente extender sobre toda ella la tinta grasa de imprimir. Ésta quedaba fijada solo sobre la superficie preparada con la anterior tinta en las zonas correspondientes al dibujo, (por la atracción entre ellas), y era rechazada por el agua en la superficie no marcada. Bastaba colocar  una lámina de papel sobre la superficie de la piedra y presionar sobre la misma para que la imagen quedara fielmente reproducida. El sistema de impresión era rápido, la piedra no sufría desgaste y el número de impresiones que se podían llevar a cabo podía ser elevado.

La piedra debía tener unas características especiales, por un lado ser suficientemente porosa para absorber el agua, y por otra de grano muy fino para retener la grasa. Las mas utilizadas eran de tipo calcáreo con un espesor mínimo de 5 centímetros para resistir la presión de la prensa, y que generalmente dependía de cómo se presentara en la cantera. En el caso en el que la imagen se dibujaba, con el paso del tiempo, la piedra fue sustituida por planchas de zinc, mas fáciles de obtener.

La dificultad estribaba en representar la imagen deseada sobre la piedra, tanto dibujando sobre su superficie, como grabándola a mano con buriles que efectuaban incisiones o ranuras que, aunque poco profundas, debían ser numerosas y precisas.

Mesa, defensa, buriles, rueda y plumas, necesarios para el "grabado" litográfico en piedra. (Tomado de Xavier Madariaga Ateka. Artes Gráficas. Una introducción a la historia de la imprenta en el País Vasco. Diputación Foral de Bizkaia. 1995).