Operaciones finales

Terminado todo el grabado, eliminaba los restos de polvo sobre la superficie apareciendo la imagen deseada en forma de trazos claros sobre la piedra litográfica.

Seguidamente, humedecía con agua toda su superficie, usando una esponja de mar virgen, de forma que el agua se introducía en los poros y pasaba un trapo por toda la superficie eliminando los restos de líquido. A continuación la entintaba por medio de un tampón grande con su superficie almohadillada con tela, que empapaba de tinta grasa.  Sujetando este útil con sus dos manos y por medio de continuos movimientos de muñeca, iba pasándolo por encima del grabado.

La tinta grasa era repelida por el agua contenida en la piedra, y solo se fijaba en las ranuras y trazos de la imagen, introduciéndose en  las mismas y resaltando el dibujo grabado. Esta labor debía hacerse ejerciendo presión con la mano sobre la piedra y de forma reiterativa, para conseguir una buena penetración de la tinta.

Con objeto de comprobar la correcta ejecución de su trabajo, pasaba a obtener unas pruebas, para lo que colocaba sobre la piedra un papel empapado con un producto grasiento (papel humedo) y lo presionaba contra la imagen, de forma que, quedaba impresionado el trabajo realizado, con lo que finalizaba la labor propia del grabador de piedra litográfica, imprimiéndose con la misma las imágenes, lo que en los primeros años se llevaba a cabo en máquinas planas grabando a la inversa para lograr la reproducción sobre el papel. Más tarde se aplicó el sistema Offset.

Para la primera de las técnicas se colocaba y fijaba la piedra, que se debía mantener húmeda, sobre la mesa horizontal de una prensa manual de imprimir plana, y por medio de rodillos se le daba tinta grasa, que solo se adhería a la introducida inicialmente en las incisiones de la figura. A continuación se colocaba encima y en un solo movimiento la lámina de papel en el que se deseaba estampar la imagen y sobre él un cartón o fieltro. Accionando la prensa quedaba impresa la imagen.

Acción impresa en 1921, el original fue grabado a mano sobre piedra litográfica.