La crisis

A finales del siglo XVI los artesanos vascos fabricantes de tijeras y cuchillos entran en una situación de crisis que les lleva a reducir progresivamente su importancia y actividad y que continua a largo del siglo XVIII.

Estos cambios se engloban dentro del estado general de decadencia de la monarquía española en la misma época. A ello se añade un elemento importante, la cada vez más acuciante falta de mineral adecuado, por agotamiento de los yacimientos, para obtener el prestigioso acero de Mondragón. Esto originó un aumento del precio de esta materia prima, encarecimiento del producto con él elaborado y perdida de competitividad ante los productos extranjeros, que cada vez en mayor cantidad entraban en el mercado español, principal destino de los productos de los “tijereros” y cuchilleros vascos. Lo que se acentuó con el descubrimiento en Alemania, en la misma época, del procedimiento de transformar el hierro en acero.